El apoyo de los jesuitas a la rehabilitación de Myanmar
El paso del ciclón Nargis dejó más de 150.000 víctimas mortales, otras tantas desaparecidas y miles de familias afectadas. Aún hoy se calcula que 2,5 millones de personas continúan necesitando asistencia urgente. La articulación comunitaria se vio gravemente afectada y las infraestructuras fueron destruidas. Existe el temor a epidemias y a un mayor empobrecimiento del país. El actual Gobierno (una dictadura militar) impuso restricciones de entrada a las agencias humanitarias, agravando el bienestar de la población.
Asistencia para la emergencia y la rehabilitación post-ciclón Nargis
Tras analizar la situación en la que quedó la población tras el paso del ciclón, la Compañía de Jesús en Myanmar y el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Tailanda han puesto en marcha un proyecto con el que contribuir a restaurar la dignidad humana de las personas supervivientes.
Se está trabajando en la rehabilitación de casas para 1.000 personas, en el apoyo a la educación de 5.000 niños y niñas y en el suministro de semillas y fertilizantes para que 1.000 familias campesinas puedan contar con un sustento. La intervención está teniendo lugar en las regiones de Yangon, Pathein y Ayeryardway, tres de las más afectadas. Como siempre trata de hacer el JRS, su labor se ha dirigido a las comunidades a las que no llegan otras organizaciones y a las poblaciones más vulnerables.
Es de destacar la importancia de las personas beneficiarias en el proyecto, tanto en su desarrollo como en su planificación. Por ejemplo, los granjeros locales han participado como asesores en todos los programas agrícolas. La implicación de la población en la rehabilitación desde un primer momento ayuda a que se consolide la convicción de la importancia de trabajar unidos. "Es vital que la población local colabore junta, especialmente si son de diferentes tenias, para que se vaya creando un sentimiento del bien común para el país. Esperamos que esto pueda inspirarles para la búsqueda de una verdadera reconciliación y una desarrollo integral", comenta el JRS.
Con este proyecto se continúa la intervención que los jesuitas llevaron a cabo durante los primeros días después del ciclón Nargis. Los jesuitas ya presentes en Myanmar, con la asistencia del personal del JRS experto en ayuda humanitaria, dieron su primer apoyo a la red local de Cáritas para desarrollar una respuesta de emergencia. Además, participaron en el Comité de Ayuda por el Desastre (Myanmar Disaster Relief Committee - MDRC) dirigido por el Arzobispo de Yango.
Del mismo modo, estuvieron implicados en el diseño inicial de la formación de los voluntarios, en la identificación de necesidades y en los viajes al terreno para la distribución de alimentos, ropa y tiendas de campaña.
El proyecto de rehabilitación comienza a dar pequeños frutos y allana el camino para futuras iniciativas de desarrollo a medio y largo plazo con las personas desplazadas y más desfavorecidas de Birmania. De hecho, al terminar este proyecto, se realizará una revisión de las actividades ejecutadas y se valorará, junto con otras agencias y organizaciones presentes en el terreno, la posible puesta a punto de un plan de atención específico a medio-largo plazo para dichos colectivos más vulnerables.