La CME – EEUU y el SJR alertan sobre la educación de los niños y niñas refugiados

Antes de las Cumbres de Refugiados de septiembre, que tendrán lugar la próxima semana, la Campaña Mundial por la Educación – Estados Unidos junto con el Servicio Jesuita a Refugiados y otros 80 miembros de la sociedad civil, tales como Global Citizen, o el Fondo de Estados Unidos para UNICEF están alertando sobre la necesidad de acelerar el progreso hacia el acceso universal a la educación para los niños desplazados.
Como representantes de la sociedad civil, hacen llamada a la ONU, los EE.UU. y los líderes mundiales a tener en consideración las siguientes recomendaciones antes de las Cumbres de septiembre:

  • Los gobiernos donantes deben seguir y entregar los aproximadamente 90 millones de dólares prometidos en la Cumbre Mundial Humanitaria al nuevo fondo de La Educación No Puede Esperar para la educación en situaciones de emergencia.
  • Los gobiernos donantes deben comprometerse a financiar plenamente el primer año de La Educación No Puede Esperar cerrando la brecha de 63 millones de dólares necesarios para poner en marcha la plataforma crítica, con la vista puesta en cumplir el plan de financiación de 5 años del Fondo de 3,85 mil millones de dólares.
  • Asegurar que al menos un millón de refugiados más tengan acceso a la educación, como resultado de la Cumbre de Líderes de Estados Unidos y que las promesas anteriores – incluyendo las realizadas en febrero del 2016 Apoyo a Siria y la Conferencia Regional – no se contabilicen dos veces.
  • Incluir la educación como prioridad en las solicitudes de fondos humanitarios y cerrar la brecha actual de la financiación de los recursos existentes. Sólo el 26 por ciento de las necesidades financieras del sector educación se han cumplido por los donantes internacionales este año, dejando una brecha actual de 469 millones de dólares.
  • Prioridades anticipadas incluidas en el Documento de Resultados para la Cumbre de las Naciones Unidas para los Refugiados y los Migrantes del 29 de julio, incluyendo un mayor acceso a la educación infantil, la educación terciaria, la capacitación y formación profesional para los desplazados.
  • Los gobiernos que acogen refugiados deben asumir compromisos hacia la integración de los estudiantes y profesores de refugiados en los sistemas escolares nacionales, promulgando políticas flexibles relacionadas con los criterios de inscripción y documentación y suministrando programas de apoyo de idiomas, si es necesario, sin discriminación.
  • Un mecanismo de rendición de cuentas público debe ser puesto en marcha para realizar un seguimiento de los compromisos de la Cumbre, incluyendo publicación de informes periódicos sobre los avances en los compromisos.

Los líderes mundiales se reunirán en la Cumbre de las Naciones Unidas para los Refugiados y los Migrantes (19 de septiembre) y la Cumbre de Líderes de Estados Unidos sobre los Refugiados (20 de septiembre) para acordar políticas y establecer compromisos que pueden crear un cambio significativo en la vida de los niños desplazados que no están escolarizados. Estas cumbres siguen el lanzamiento de La educación No Puede Esperar del mayo de 2016, un nuevo fondo para la educación en situaciones de emergencia, que proporciona una plataforma concreta de acción para abordar la brecha en la financiación de este sector.

*Esta noticia fue originalmente publicada en Edujesuit