La escuela: un asunto de la comunidad. Entrevistamos a Alfred Kiteso, Director FyA RD Congo

  • Congo, República Democrática del

“‘Mi mujer, mis hijos y yo esperamos su emisión desde hace una hora’, nos llamó enfadado por teléfono un señor. El día que escuché eso, me tocó mucho”, recuerda con ilusión y esperanza Alfred Kiteso, Director de Fe y Alegría (FyA) de la República Democrática del Congo y original de la capital, Kinshasa. La luz se había cortado y el programa de alfabetización por radio que realiza la organización empezaba con retraso. “No sabíamos que a muchos kilómetros de ahí, había una familia que esperaba la emisión. ¿Entendéis la amplitud? Toda la familia es analfabeta: papá, mamá, los niños. Y conocen bien los programas de Fe y Alegría”. 

Creada en 2015, FyA R. D. del Congo ya cuenta con presencia en tres localidades del país: Kimwenza y Kisantu, a 100 kilómetros de distancia de la capital y Kikwit, a más de 500 kilómetros. Se trata del tercer país de África en el que actúa Fe y Alegría, después de Chad (presente desde 2007) y Madagascar (2013). Además, el pasado abril, FyA R. D. del Congo ha pasado a formar parte de la Federación Internacional de Fe y Alegría, convirtiéndose en el 22º país miembro. 

Alfred Kiteso en la sede central de Entreculturas en Madrid.

Desde Entreculturas apoyamos su labor en el país para fomentar una educación de calidad y al alcance de todos y todas. “Nuestro trabajo es ayudar los actores principales de la educación a tener competencias que puedan permitirles, a pesar del contexto que no es fácil, de dar una educación de calidad”, explica Alfred. “Lo hacemos con escuelas periféricas donde la pobreza es extrema y donde la calidad de la educación deja que desear”. Y es que R. D. del Congo presenta graves carencias tanto a nivel social como económico y educativo. Según el PNUD, cuenta con una de las peores posiciones en el Índice de Desarrollo Humano, ocupando en 2016 el lugar 176 de 188 países. El 72% de la población vive en situación de pobreza y el abandono escolar en primaria es superior al 44%. 

Alfred lamenta la baja inversión pública en materia educativa: las infraestructuras están obsoletas, el profesorado no cuenta con la formación básica en competencias pedagógicas y de contenido, faltan recursos pedagógicos y didácticos en el aula y la participación de las comunidades en la educación es todavía muy débil. “Los salarios de los profesores no permiten a casi ningún profesor llegar a final mes. Actualmente los padres pagan el precio para apoyar los salarios de los enseñantes así que cada año al principio no sabemos más o menos si vamos a empezar hay regiones en las cuales el año escolar empieza con retraso”, comenta. “No es normal que los padres comiencen a pagar para apoyar los salarios de los profesores, no es normal. Este sistema pone a fuera del colegio a muchos niños”.

Por ello, FyA busca acompañar a los jóvenes, según Alfred, olvidados por el gobierno, a través de un programa que ayude a promover diferentes valores: “primero nuestros valores como congoleses o africanos, pero también los valores humanitarios, valores de paz, ciudadanía, entendimiento y reconciliación”. 

“FyA R. D. del Congo es un poco diferente de otras FyA”, añade, “no tenemos escuelas FyA, sino que acompañamos colegios, primaria solamente. Hacemos lo que se llama el refuerzo de las capacidades de los profesores, directores y estudiantes”. Cuenta que en la actualidad forman a 360 docentes, 32 directores y más de 14.000 alumnos. Entre otros programas, organizan campos de lectura, escritura y matemáticas en pequeños grupos de alumnos, cada mes, imparten nociones básicas correspondientes a cada año de primaria. Esto les permite “empezar la secundaria con competencias requeridas esenciales, ya que hemos constatado que muchos alumnos llegan a sexto de primaria y no tienen nada”. También se benefician de la atención y programas de FyA RD Congo 400 padres y madres: “el colegio también es un asunto de la comunidad, por lo que reforzamos sus capacidades”. 

Con su programa de radio, que emiten a través de emisoras comunitarias, FyA busca combatir la tasa de analfabetismo superior al 22% en personas mayores de 15 años que asola al país. “Enseñamos nociones básicas de primaria con la esperanza de ayudarles a sentirse dignos en la vida, de su existencia propia y comunitaria”, comenta el director, “podemos estar satisfechos de haber lanzado un programa que reúne las necesidades reales de varias familias”.

Para Alfred, la educación aporta a personas y país: “aporta capital humano, es decir potenciales que van a permitir a las personas tener un papel en el desarrollo de un país; porque, para que este se desarrolle, necesita competencias”. Por ello, seguimos contribuyendo al saber y desarrollo de capacidades en escuelas, campos y ondas sonoras.