La UE aprueba un fondo de más de 900.000€ para el trabajo de Entreculturas por los Derechos Humanos en República Dominicana

"El objetivo de este proyecto es contribuir al fortalecimiento del estado social, democrático y de derecho en República Dominicana, concretamente, fomentando las capacidades de exigibilidad, el reconocimiento y el ejercicio de los derechos humanos de los grupos de población más vulnerable y de los defensores locales de DDHH", afirma Belén Medina, responsable de los proyectos de Entreculturas en Centroamérica.

 

Esta acción, que está prevista que se desarrolle durante 24 meses, irá destinada a 1.710 defensores y defensoras de los derechos humanos, 80 miembros de organizaciones de base, 200 jóvenes, 190 estudiantes de comunicación y derecho, 40 periodistas, 20 autoridades locales y 20 militares. En total, se calcula una cifra de destinatarios de 18.000 personas.

Esta propuesta vendrá a complementar y fortalecer el trabajo que ya realiza la Red de Centros Sociales de la Compañía de Jesús en República Dominicana (Centro Bonó, Cefasa, Solidaridad Fronteriza y la oficina del Servicio Jesuita a Migrantes en Jimaní, que depende jurídicamente del Centro Bonó).

 

  • El Centro Bonó trabaja en barrios de carácter urbano marginal en la provincia del Gran Santo Domingo. Estos barrios cuentan con características comunes; son comunidades receptoras de migración, altos índices de pobreza, hacinamiento e insalubridad, un limitado acceso a servicios básicos y altos índices de violencia. Estos factores socio-económicos y políticos dificultan el ejercicio real de derechos y provocan una marcada discriminación social, económica, política y cultural, que limita las posibilidades de desarrollo tanto individuales como colectivas. Esta situación, es todavía más evidente en el caso de los y las migrantes haitianos y sus descendientes, que deben enfrentarse a una actitud política, social y cultural, generalmente hostil. En el caso de niños, niñas, adolescentes y mujeres, muchas veces se encuentran, además, en una situación de dependencia. El Centro Bono es también quien está a cargo del trabajo de incidencia a nivel nacional, ya que está en Santo Domingo donde se encuentran los centros de poder político nacional.
  • La oficina de Jimaní, que como hemos mencionado anteriormente, depende jurídicamente del Centro Bonó, surgió en el 2010 como respuesta al terremoto de Haití y a la necesidad de tener una presencia en la frontera sur para dar respuesta a los migrantes de esta zona. Esta oficina ofrece asesorías legales, laborales y apoyo en documentación, entre otros servicios. Además acompaña a grupos comunitarios, grupos de mujeres domésticas y vendedoras del mercado, coordina cursos de español y kreyol y acompaña diversas redes (Red Fronteriza Jano Siksé, Pastoral Haitiana, Plataforma Vida, Red de Protección a la Niñez, etc.), las cuales desempeñan un papel activo en la región en defensa de los Derechos Humanos.

 

   

 

 

  • Cefasa, trabaja con diferentes organizaciones comunitarias de Santiago de los Caballeros y de la región Cibao Central, incluyendo grupos de migrantes. Estos, en su mayoría, son trabajadores indocumentados de la construcción (los hombres) y del comercio (las mujeres). El centro ofrece asesorías legales laborales y de documentación, además de formación, como cursos técnicos y de idiomas. También trabaja con grupos de dominicanos y con instituciones de la sociedad civil que desempeñan un papel activo en la zona en defensa de los Derechos Humanos.
  • Solidaridad Fronteriza surge en la frontera norte, en la ciudad de Dajabón, zona principalmente agrícola y caracterizada por un gran movimiento migratorio constante. El trabajo de la organización se dirige a las organizaciones comunitarias y los migrantes organizados. Cuenta con una oficina legal y desarrolla procesos de capacitación que han impulsado la creación de la Asociación de Migrantes de la Línea Noroeste (ASOMILIN) que integra a más de 6.000 migrantes.

Además del trabajo en República Dominicana, se llevarán a cabo acciones de sensibilización orientadas a la ciudadanía española para dar a conocer la situación de los derechos humanos en el país centroamericano.

    

En esta línea, para lograr una mayor articulación, se vinculará el trabajo que se realiza tanto en España como en República Dominicana con jóvenes como defensores y defensoras de los DDHH. Los vínculos de trabajo promoverán experiencias de ciudadanía global y facilitarán a los adolescentes y a sus educadores y educadoras la posibilidad de saberse parte de algo más grande, de un proyecto de trabajo común y global en defensa de los derechos básicos del ser humano.