Poniendo la Misericordia en Movimiento: el JRS lanza una campaña de educación para niñas, niños y jóvenes refugiados
El pasado 8 de diciembre, como un signo concreto de compromiso con el Año Jubilar de la Misericordia, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) lanzó la campaña “Misericordia en Movimiento” para ampliar y fortalecer sus programas de educación. El objetivo es proporcionar servicios educativos a 100.000 refugiados más para el año 2020.
Misericordia en Movimiento refleja las palabras del Papa Francisco: "La misericordia no es una idea abstracta, sino una realidad concreta... Estamos llamados a mirar más allá, a centrarnos en el corazón para ver de cuánta generosidad somos capaces".
Durante 35 años, el JRS se ha centrado en la educación como medio para construir la paz y promover el desarrollo de sociedades más resilientes y cohesionadas. Los fondos recaudados por la campaña Misericordia en Movimiento permitirán poner en marcha la Iniciativa Global de Educación del JRS, que tiene como objetivo ampliar sus programas de educación formal e informal, que abarcan desde la escuela primaria hasta la universidad, incluyendo la formación profesional y de docentes.
Francisco lleva tiempo pidiendo a los creyentes que acojan a los refugiados, recordando que el mundo está actualmente sufriendo de una "globalización de la indiferencia", desoyendo el clamor de quienes imploran misericordia. El Papa animó al JRS a emprender esta Iniciativa Global de Educación durante una audiencia con el personal y amigos del JRS, el 14 de noviembre, diciéndoles que "dar a los niños una silla de escuela es el mejor regalo que pueden hacer... Para los niños obligados a emigrar, las escuelas son lugares de libertad".
"Como seres humanos, a menudo quedamos a merced de la guerra, de la naturaleza, de los gobiernos, de fuerzas que escapan a nuestro control. Por esta razón, casi 60 millones de personas en todo el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares, yendo de aquí para allá constantemente. Pero las personas que viven errantes, aquellas que dejaron atrás todas sus pertenencias, pueden aportar conocimientos y cambiar su mundo", dijo el P. Smolich.
Una educación de calidad da a los refugiados herramientas no solo para contribuir a sus nuevas comunidades, sino también para reconstruir las antiguas. Los refugiados se enfrentan a una serie de obstáculos cuando tratan de acceder a la educación: desde el hacinamiento en las escuelas hasta la xenofobia en las comunidades de acogida. A menudo pierden su derecho fundamental a la educación. De entre los niños refugiados de todo el mundo, solo el 36% va a la escuela secundaria y menos del 1% tiene la oportunidad de seguir una educación superior.
El JRS se ha centrado en atender a los más vulnerables allá donde las necesidades son mayores. Por esta razón, Misericordia en Movimiento se centrará más en la juventud – educación secundaria y universitaria, así como en la formación profesional y los programas de formación de maestros/as.
En la audiencia del 14 de noviembre, el Papa Francisco animó al más de un centenar de trabajadores y amigos del JRS presentes a "forjar la confianza de los refugiados en sí mismos, la de darse cuenta del máximo del potencial innato en ellos y la de poder defender sus propios derechos ya sean individuales o comunitarios". Inspirados por su estímulo, los equipos del JRS en ciudades y campamentos de refugiados de todo el mundo ampliarán los programas educativos existentes y se asegurarán de que el potencial de miles de niñas, niños y jóvenes no se desperdicie.
"Debemos mostrar misericordia a los que están a merced de fuerzas externas", dijo el P. Smolich. "Debemos movilizarnos en favor de quienes están en movimiento".
Fuente: Servicio Jesuita a Refugiados