Visita de Alfredo Ferro SJ, responsable del Proyecto Panamazónico
- Brasil
La Panamazonía no es uniforme, es un gigantesco archipiélago de ecosistemas rico en biodiversidad donde se concentran el 34% de los bosques primarios, albergando el 40% de la fauna y flora del mundo. Se estima que captura alrededor de cien mil millones de toneladas de carbono al año, siendo por tanto fundamental para el equilibrio climático y sistémico del planeta, y por tanto, para el conjunto de la humanidad. Alfredo Ferro SJ hizo especial hincapié en este punto: "No es un tema que ataña sólo a Latinoamérica, o a estos países, sino que afecta al futuro de la humanidad". Esta zona se extiende a lo largo de siete millones de km2 en nueve países: Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela, Brasil, Guyana, Surinam y Guyana Francesa.
La zona está viviendo hoy un nuevo ciclo extractivista, de manera que para sacar las mercancías a bajo coste de un océano al otro (Atlántico-Pacífico-Caribe) son implementadas carreteras transoceánicas e hidro vías que recorren la Panamazonía en todas direcciones, contribuyendo a la depredación de los recursos naturales y a la violencia contra los pueblos indígenas y tradicionales. Además, a todo esto hay que sumar las mafias del narcotráfico que controlan la región.
Hasta ahora, los países no miraban a la Amazonía, a pesar de su envergadura, pero hoy es una carta política y económica de negociación entre las grandes potencias por sus recursos naturales. Además de su biodiversidad, también están en peligro los más de 3 millones de habitantes de culturas indígenas y su forma de vida. Por otra parte, hay que tener en cuenta que aunque las poblaciones originarias son importantes, el 70% de la población reside en ciudades, hacia las cuales se están produciendo grandes flujos de migración.
La misión del proyecto se concreta en: defender y promover la vida y un ambiente sostenible en la Panamazonía, en solidaridad con los más pobres y excluidos y en particular con los pueblos indígenas, en alianza con las obras de las compañía de Jesús presentes en los diversos países amazónicos, las redes de la CPAL y otros actores de la región, con el fin de lograr una mayor incidencia en las decisiones que afectan este territorio y sus poblaciones. Los dos focos centrales del proyecto son pueblos indígenas y ambiente y sostenibilidad. En cuanto a los pueblos, el objetivo es apoyar y acompañar a las comunidades y organizaciones indígenas en la lucha por la vida (territorio, educación, salud, derechos y cultura) y su autonomía, conviviendo con ellas y conociendo desde dentro su modo propio de proceder (cosmovisión, lógicas, mundo simbólico), teniendo también en cuenta a otros colectivos humanos presentes en la Amazonía como ribereños, campesinos, afro-descendientes, etc. En lo relativo a ambiente y sostenibilidad, lo que se pretende es apoyar y fortalecer junto con otros y de manera articulada, la defensa del medio ambiente frente a las amenazas que sufre la Panamazonía, a través de un análisis, reflexión y difusión de la realidad, buscando incidir en políticas locales y regionales.Hoy están al mando del Proyecto Panamazónico una comunidad jesuítica interprovincial e internacional de la CPAL y un equipo mixto de jesuitas y no jesuitas en la oficina de Leticia (Colombia) en la triple frontera de Brasil, Colombia y Perú. El proyecto, que se inició a mediados del mes de enero, es prioritario para la Compañía de Jesús. En palabras del Padre Adolfo Nicolás SJ: "la preservación de la Amazonía es una batalla que la humanidad no puede perder y la Compañía está y debe estar luchando por esta causa".
El Papa Francisco también respalda el trabajo de la REPAM (Red Eclesial Panamazónica) para que sea una "verdadera experiencia de fraternidad, en una caravana solidaria y en una peregrinación sagrada".